El famoso "Tito" observando a los visitantes que, obviamente, se han acercado demasiado.
Las redes sociales han logrado algo interesante: traer a la vida pública a los cocodrilos.
Pero no como estrellas ni héroes sino más bien como villanos de crímenes que no han cometido. Se he generado un morbo, odio, resentimiento contra los cocodrilos usando el desconocimiento y analfabetismo ambiental con que nos crían en Panamá.
Aquí quiero aclarar algunos puntos a ver si logramos que la gente entienda mejor que sucede, que es mentira y que es verdad.
MITO 1: COCODRILO DE AGUA SALADA
El término “cocodrilo de agua salada” se usa para la especie Crocodylus porosus, haya en Australia y Asia. El nombre puede llevar a la confusión de que esta especie vive exclusivamente en el océano, lo cual es un mito. El Cocodrilo Americano, (El drilococo de las redes sociales de Panama) puede vivir en agua dulce y salada, como sus primos de Australia.
*1. No vive exclusivamente en agua salada*
El Cocodrilo americano es conocido por su capacidad de tolerar y habitar aguas salinas, pero no vive únicamente en el océano. Esta especie utiliza hábitats variados como ríos, estuarios, manglares y zonas costeras. Aunque puede desplazarse por el océano para colonizar nuevas áreas, su preferencia es por estuarios y ríos cercanos al mar.
*2. Habilidad para tolerar la sal*
Los cocodrilos tienen glándulas salinas altamente desarrolladas en su lengua que le permiten excretar el exceso de sal. Sin embargo, al igual que otras especies, prefiere ambientes con agua dulce o mezcla de dulce y salada (agua salobre) para sus actividades diarias, como cazar y reproducirse.
*4. Contexto en Panamá*
En Panamá, no existen cocodrilos de agua salada como el Crocodylus porosus, que es originario de regiones como el sudeste asiático y Australia. Los cocodrilos presentes en el país, como el cocodrilo americano, tienen adaptaciones similares para vivir en ambientes salinos, pero no son idénticos ni están relacionados directamente con el Crocodylus porosus.
*Conclusión* El “cocodrilo de agua salada” no vive exclusivamente en ambientes marinos, y su presencia en áreas salinas es solo una parte de su versatilidad ecológica. En Panamá, cualquier referencia a esta especie es incorrecta, ya que no forma parte de la fauna local. Es importante diferenciar entre mitos y realidad para comprender mejor el comportamiento de estas especies y su interacción con los ecosistemas.
Crías de "Caimán", primos de los cocodrilos pero que solo viven en agua dulce.
MITO 2: INVASION DE COCODRILOS
- La población de cocodrilos se está recuperando. Eso es verdad. No están “invadiendo” ni hay “sobrepoblación” como comentan muchos mal llamados “expertos”.
- Tristemente, Panamá fue uno de los principales exportadores de pieles de cocodrilos del mundo, hasta mediados de la década de los 60.
- Con tanta costa, mar y manglar, Panamá tenía poblaciones grandes de estos reptiles, que no son “lagartos”. Son simplemente Cocodrilos.
- Con la firma del convenio CITES y el cese de exportación de pieles de animales silvestres, las poblaciones se están recuperando y regresando a los lugares donde siempre ha habido.
- Pero no hay que temer. El cocodrilo no ira a sus casas, parques o iglesias a comérselos. Esos son cuentos de las abuelas.
MITO 3: SON UNA AMENAZA
Aunque los ataques de cocodrilos son menos comunes que otros encuentros con animales peligrosos, es importante respetar sus hábitats naturales y usar el sentido común.
Factores que aumentan el peligro: como el cocodrilo americano (Crocodylus acutus), suelen ser más tímidas y menos propensas a atacar.
1 tamaño: Cocodrilos grandes (más de 2 metros) son significativamente más peligrosos porque tienen mayor fuerza y capacidad de atacar.
2 protección de su territorio o crías: Los cocodrilos son muy territoriales y pueden volverse agresivos si se sienten amenazados, especialmente durante la temporada de reproducción o si hay nidos cercanos.
3 proximidad al agua: Los ataques suelen ocurrir cerca de ríos, lagos o manglares donde los cocodrilos cazan o descansan.
4 hora del día: Los cocodrilos son más activos durante la noche y al amanecer, cuando cazan.
VERDAD 1: Riesgo real de ataque
Ataques a humanos: Aunque los cocodrilos pueden atacar, los incidentes no son tan comunes en áreas donde los humanos no invaden sus hábitats. La mayoría de los ataques ocurren por imprudencia, como nadar en áreas donde los cocodrilos son frecuentes.
Respuesta del animal: Si un cocodrilo se siente intimidado, generalmente intenta huir antes de atacar. Los ataques suelen ser un último recurso para defenderse o cazar.
¿Qué hacer si te encuentras con un cocodrilo?
Mantén la distancia: No te acerques, incluso si parece inmóvil o dormido.
No provoques al animal: No arrojes objetos, ni trates de tocarlo o capturarlo.
Evita el agua: Si ves cocodrilos cerca, aléjate del borde del río o laguna.
Retírate lentamente: Si un cocodrilo se acerca, retrocede lentamente sin darle la espalda.
En caso de ataque: Si un cocodrilo te atrapa, lucha golpeando ojos, fosas nasales o garganta; son sus puntos más sensibles.
VERDAD 2: Beneficios de los cocodrilos.
Regulación de ecosistemas acuáticos: Los cocodrilos son depredadores topes que ayudan a controlar las poblaciones de peces, aves y otros animales, manteniendo el equilibrio en los ecosistemas acuáticos.
Mejora de la biodiversidad: Su presencia contribuye a la salud general de los hábitats donde viven, creando oportunidades para que otras especies prosperen.
Reciclaje de nutrientes: Los cocodrilos descomponen animales muertos, lo que ayuda a devolver nutrientes al sistema y mejora la calidad del agua.
Impulso al ecoturismo: Los cocodrilos atraen a turistas interesados en observar la vida silvestre, generando ingresos para las comunidades locales y áreas protegidas.